domingo, 19 de enero de 2014

Tenía que ser un japonés

Esto ya tiene un buen tiempo de que apareció en internet, sin embargo, se me hizo algo muy padre que me gustaría dejar por aquí.



La entrada de hoy trata sobre una forma curiosa de arte, siendo mas específico, se trata de un proceso genético que cambia casi por completo a los cadáveres de animales acuáticos, haciéndolos semi transparentes y brillantes, como si estuvieran hechos de luces de neón.


Todo esto es hecho por un japonés llamado Iori Tomita


Iori Tomita es un artista ecológico, por lo que solamente utiliza esqueletos de animales que ya están muertos previamente. Su objetivo con este arte es buscar reunir a las personas para que celebren la vida viendo la muerte de una forma única, una pieza de arte, material académico, o incluso hasta una entrada a la filosofía. Quiere que su trabajo sea como un lente para ver una nueva imagen, un nuevo mundo no visto nunca jamás.



El paradero de Franklin.
Para crear a sus especies transparentes, Tomita utiliza una técnica de conservación que consiste en remover la piel y las escamas de peces previamente conservados en formaldehido. A continuación remoja a las criaturas en una sustancia que tiñe el cartílago de color azul. Después de eso, Tomita utiliza una enzima digestiva llamada tripsina, junto a otros químicos que se encargan de separar las proteínas y los músculos, esto hace que los cadáveres se empiecen a ver translúcidos; esto es un paso delicado ya que mucha exposición a los químicos puede alterar la forma de la criatura.

Los dos pasos finales son teñir los huesos con tinta roja y colocar a la brillante criatura dentro de un frasco de glicerina.



Interesante colección.
La producción de sus piezas marinas psicodélicas toma entre 5 y 12 meses.

Sus referencias y conocimientos sobre la estructura de los seres marinos las obtuvo de sus estudios sobre peces en la Kitasato University School of Fisheries Sciences, de la cual se graduó en 2006. Aparte de eso, trabajó como pescador y empezó a experimentar con químicos y pintura para traer a la vida sus ideas de seres semi-transparentes y brillantes.


El arte de Tomita es bien recibido en Japón y alrededores (ya que no sale de ahí) excepto por personas que solamente ven las fotos y no leen, como esta:



¡Sin llorar!

 Y pues eso es todo respecto a ese tema, aquí te dejo un video, como de costumbre:




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